Transcribo textualmente el relato que Luis Alberto Egea me hace de su tatarabuelo Juan José Romano, pescador de Carreira que con su dorna salvó a nueve hombres de una muerte segura en el naufragio del Dom Pedro:

            “Te adelanto que mi tatarabuelo se llamaba Juan José Romano, era natural de Carreira y nació sobre el año 1850 y de profesión era marinero. Estaba casado con Juana Reiriz Ventoso con la cual tuvo 7 hijos (Ramona, Manuel, Rosa, José Ramón, Francisco y Gumersindo).

El 27 de mayo de 1895 estaba pescando en las inmediaciones de Corrubedo en su dorna “Juana” en esos momentos el vapor francés de nombre “Don Pedro” se estaba hundiendo y acudió al rescate de los náufragos, fue el único de los barcos que fue en su ayuda.

Según me contó mi abuela, cuando los náufragos se agarraban a las otras dornas los marineros les daban golpes en sus manos por temor a que las hundieran. Juan José Romano salvo a 9 hombres, los llevo hasta Carreira donde esta ahora "el cruceiro" y allí los dejo yendo a dar parte a Riveira a la ayudantía.

Cuando regresó con el ayudante para reconócelos se pusieron todos de rodillas con las manos en cruz y le besaban las manos, en forma de agradecimiento.

Una delegación francesa fue a su casa y por parte del Ministerio de la Marina Francesa y le concedió un diploma, también un salvoconducto que servía para viajar gratis en cualquier transporte francés y una medalla en reconocimiento a su valor y coraje. Con el salvoconducto viajaron gratis muchos familiares de España a la Argentina en barcos franceses. Con el tiempo y el desgaste de su uso lamentablemente se perdió.”