El último día de inmersión, en agosto de 2003, cuando llegamos a puerto el servicio del Seprona de la guardia civil nos decomisó sin motivo alguno la cinta de video que habíamos grabado, alegando que Patrimonio no nos había dado permiso para bucear en el pecio. Hubo que contratar un abogado para recuperarla... Y nos la devolvieron.

 

ATRÁS

INICIO